Texto y fotografías de Verónica Cussi, autora del blog de viajes Touristear
Dublín es una ciudad joven. Es una de esas ciudades que te despiertan simpatía y que una vez la conoces te dan ganas de volver o de quedarte un “rato” más. Es una ciudad en la que es muy fácil tratar con la gente local, será por las cervezas?
Hoy quiero contarte cuales son mis lugares imprescindibles de la capital irlandesa.
Temple bar
Una visita a Dublín sin ver el barrio de Temple Bar estaría incompleta. Aquí encontrarás todo tipo de pubs donde tomarte una buena pinta y escuchar música en directo. La música forma parte del barrio, y en todos los pubs que visité siempre había alguien cantando en directo. También en sus calles con mucha gente alrededor bailando y cantando sus canciones. Es muy divertido!
Kilmainham Gaol, la prisión museo de Dublín
Kilmainham Gaol es una prisión que han transformado en un museo y donde mediante visitas guiadas en inglés te cuentan lo que pasó allí. Esta cárcel la habían cerrado en 1910, pero la reabrieron para encerrar a todas las personas que tuvieron algo que ver con el alzamiento de 1916. En el cual los irlandeses querían independizarse de los ingleses.
Durante la visita puedes ver las pequeñas celdas donde estaban los presos, algunas sin ventanas, otras con los nombres de la última persona que estuvo allí… Es muy interesante conocer estas partes de la historia de un lugar.
Ha’penny Bridge
Este puente se construyó a principios del siglo XIX y debe su nombre a la abreviación de “half penny”, medio penique, que es lo que se cobraba de peaje a las personas por cruzar el puente. El peaje estuvo vigente durante 103 años! Ahora es un lugar turístico que une las dos orillas de Dublín.
Long Room
El Long Room se encuentra en el Trinity College. Es una sala alargada de más de 200 metros de largo, revestida en madera y con más de 200.000 libros en sus estantes. Es sin duda una visita imprescindible y si hace buen tiempo, puedes descansar en los jardines de la universidad.
Barrio Georgiano
Este barrio es famoso por sus puertas negras y de colores. Y acerca de esto me contaron que hay dos leyendas diferentes. Una es que la reina de Inglaterra estaba de luto y mandó a pintar las puertas de negro por este motivo y los irlandeses para mostrar su opinión contraria las pintaron de colores. La otra leyenda cuenta que para que los hombres borrachos no se equivoquen de casa las pintaron de colores diferentes a las de sus vecinos!
Este artículo ha sido escrito por Verónica Cussi, autora del blog de viajes Touristear.com, para Beetripper. Si quieres conocer más sobre ella, no te pierdas nuestra sección de entrevistas viajeras, ella será nuestra próxima invitada.
