Ser voluntario no es cosa fácil. Es entregar tu tiempo y muchas veces tu dinero a iniciativas netamente relacionadas con el “dar sin recibir”, aunque realmente sí reciben y mucho. Una de las retribuciones que tienen los voluntarios es viajar conociendo al mundo y de esto, precisamente, se trata el turismo solidario.
El turismo solidario se denomina así porque se plantea desde un enfoque de derechos humanos. Promueve una forma de viaje que además de apreciar los atractivos del país que se visita permite colaborar con el desarrollo de sus habitantes y conectar con el espíritu aventurero que llevamos dentro.
Son las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) las encargadas de promover este tipo de turismo bastante atractivo sobretodo para jóvenes de entre 20 y 35 años. Las ONGs proponen travesías a países necesitados, en los que ofrecen visitar proyectos de cooperación y desarrollo, y colaborar de algún modo en esas iniciativas.
Este tipo de turismo surge como consecuencia de: crisis económicas, crisis sociales, catástrofes naturales, terrorismo, conflictos políticos, etc. Las nacionalidades de los viajeros solidarios, también llamados voluntarios, son principalmente europeos y norteamericanos y los países de acogida, suelen estar en Latinoamérica, África o Asia.
La Organización Mundial del Turismo (OMT) calcula que para 2020 este sector supondrá la movilidad de 1.600 millones de personas, por lo que aboga por la implementación de un Código Ético Mundial del Turismo. Este establece un marco de referencia para el desarrollo responsable y sostenible de este sector.
Sus principios son los siguientes:
- El turismo ha de contribuir al entendimiento y el respeto entre las personas y sociedades.
- El turismo ha de ser un instrumento de desarrollo personal y colectivo.
- El turismo debe ser un factor de desarrollo sostenible.
- El turismo ha de entenderse como instrumento de patrimonio cultural de la humanidad, que contribuye a su mejora.
- El turismo debe ser una actividad beneficiosa para los países y las comunidades.
- Los profesionales que trabajan en este sector tienen unas obligaciones con los turistas, como la provisión de información fidedigna sobre el alojamiento.
- Se debe garantizar a todas las personas el derecho al turismo, como una vía de acceso al descubrimiento y disfrute de los recursos del planeta.
- Los turistas han de poder disfrutar de libertad de movimientos turísticos.
- Los trabajadores y asalariados de la industria del turismo deben tener garantizados sus derechos fundamentales.
- Los agentes públicos y privados deben cooperar para la aplicación de los principios del Código Ético Mundial para el Turismo.
¡Sé un viajero responsable, sé un Beetripper!